Habilidades básicas del perfil emprendedor
Es el eterno debate: ¿El emprendedor nace o se hace? Le preguntamos a una experta en creación de empresas.
Cuando se comenzó a estudiar el fenómeno de creación de empresas, las primeras preguntas que se hacían allá por los años 60 eran precisamente: ¿cómo son los emprendedores de éxito? Esta pregunta, al cabo de una década, fue cambiada por otra pregunta que era: lo importante no es cómo son si no ¿cómo se comportan? Se pasa de una perspectiva psicológica a una perspectiva muy de comportamiento. Se pasa de la perspectiva del rasgo a la perspectiva del comportamiento. ¿Por qué? Porque si uno sabe cómo se comportan los emprendedores de éxito, entonces uno puede aprender determinados comportamientos.
Le preguntamos a Eugenia Bieto, directora general de la escuela de negocios ESADE y profesora titular del departamento de Dirección General y Estrategia, cómo se comportan los emprendedores.
«Es cierto que hay unas ciertas habilidades innatas que se reconocen en muchos emprendedores, pero también es cierto que el emprendedor no sólo nace. Además de la madera, también se hace y se va desarrollando a lo largo de su vida. Pero es cierto que hay una combinación de las dos cosas», asegura.
«Sí es cierto que hay personas que nunca llegarán a ser emprendedoras, que no reúnen las condiciones mínimas, pero sí que es cierto que hay muchas personas que en un momento dado se enfrentan a la necesidad de tener que ser emprendedores, y aprenden y desarrollan las competencias necesarias. No es cierto el naces o no te haces», matiza.
1. Personas curiosas. «Se interesan por todo. Tienen las antenas puestas. La curiosidad les impulsa a ser proactivamente curiosos. No se trata de dejar que las cosas les sorprendan, sino que van a buscarlas. Esa proactividad es muy característica. Son personas con iniciativa. En todas las empresas, y ahora las empresas están muy en la línea de esto, los departamentos de Recursos Humanos tienen herramientas para reconocer a este tipo de gente, que tienen mucha iniciativa (esto está íntimamente ligado con la productividad). No están esperando a que el jefe les diga ‘Haz esto’. Van por delante, se les ocurren las cosas. Y un emprendedor es así: es gente que piensa: ‘Se me ha ocurrido esto, y voy a intentar lanzar esto’», explica.
2. Resulta básico que tenga un proyecto a largo plazo, y que sea capaz de visualizarlo. «Que tenga visión de negocio. No es un visionario. Son personas que tienen un proyecto y lo visualizan. Se trata de proyectos a largo plazo. No se trata de decir: voy a fabricar camisetas para los Juegos Olímpicos de Pekín. Yo tengo un proyecto: una empresa líder de camisetas de eventos deportivos. Son personas que se comprometen, además, con el proyecto hasta la médula. Dispuestos a comprometerse, ilusionarse, a innovar, y que tengan capacidad de arrastrar a un equipo detrás», resalta.
3. Si tiene un proyecto, está dispuesto a arriesgar: «Está dispuesto a arriesgar el poco o mucho dinero que ponga; mis costes de oportunidad –no me voy a ir a trabajar para otros-; mi propio entorno familiar –voy a dedicar muchas horas a esto-. Demuestro esto. Voy al banco, pero yo también comprometo dinero. Y también comprometo el dinero de mis amigos y de mi familia. Son personas que se comprometen con el proyecto y, además, dicen: yo sólo no lo puedo tirar adelante, necesito un equipo y soy capaz de transmitir esa ilusión a mi equipo», añade
«Aquí dentro va la capacidad de convicción, de seducción, de conocimiento, de comunicación, pero para arrastrar a un equipo tienes que tener un buen proyecto. Es difícil arrastrar a una locura a la gente. Para arrastrar a la gente tienes que tener una capacidad de liderazgo, y tener dotes de liderazgo implica saber crear equipos, saber trabajar con equipos, y saber comunicar. Hay que saber motivar a la gente. Vamos a beneficios y a pérdidas. Se resume en esto», concluye.
Fuente: emprenderores