29 Nov

Campaña electoral 3.0

Share Button

Campaña electoral 3.0

Transcribimos el artículo Campaña electoral 3.0, de Óscar Gómez, Director de El Correo de Andalucía, sobre nuevas formas de predicción electoral, como la publicada por el citado medio el día 22 de Noviembre de 2015.

La masiva utilización de las redes sociales como medio de expresión pública ha conseguido modificar hábitos y estrategias tanto de los candidatos políticos como de los ciudadanos y los medios de comunicación. La Campaña Electoral 3.0

Para la elaboración de la proyección de resultados electorales en la próximas Elecciones Generales que hoy publica El Correo de Andalucía no se ha realizado ni una única llamada telefónica. Lo que reflejan los gráficos no es una extrapolación de las respuestas de los ciudadanos a los que se ha sondeado por su intención de voto un mes antes de la cita con las urnas, sino una deducción matemática de cómo quedará configurado el mapa de escaños del Congreso de los Diputados en virtud del ruido que cada una de las formaciones que concurren a los comicios están generando en internet y en las redes sociales. Pura estadística, pasada por el tamiz de la lógica electoral.

facebok-800x551[1]

Son pocos los medios de información, las estructuras orgánicas de los partidos y los ciudadanos en general que se atreven a confiar en procedimientos que se alejan de los métodos tradicionales para la predicción de resultados electorales. Sin embargo, la innegable asociación entre el mundo real y tangible y el universo virtual conectado globalmente por algoritmos en ordenadores y smartphones también tiene su reflejo en el ámbito de la política. Sobre todo teniendo en cuenta que casi la mitad de los votantes llamados a las urnas el próximo 20 de diciembre tienen entre 18 y 40 años, y su perfil coincide por tanto con el del principal usuario de tecnologías digitales de la información y la comunicación.

Prueba de la conexión entre la política real y su espejo binario en internet está, por ejemplo, en el hecho de que la desaparición de UPyD de las encuestas electorales comenzó a fraguarse al mismo tiempo que el abandono de Twitter por parte de sus líderes, asociado a distintas polémicas en la gestión de sus perfiles. O a la relación matemática entre el auge de Podemos y su irrupción en las instituciones españolas y el crecimiento exponencial del número de seguidores de Pablo Iglesias. De hecho, se trata del cabeza de lista con mayor predicamento en las redes sociales, aventajando en más de 300.000 seguidores a Rajoy y en más de un millón a Pedro Sánchez.

Pero al igual que ocurre en la campaña a pie de calle, no basta con el número de actos en los que participe el candidato sino que también influye en su reputación la valoración del mensaje que sea capaz de trasladar. Del mismo modo, no solo importa el número de personas a los que llegue la actividad digital de los políticos en liza en su carrera hacia el Congreso, sino también la cercanía y la solvencia que consigan transmitir a través de esa actividad. Retuitear sin control o convertir las cuentas en un reflejo de la agenda de actos de la jornada tiene mucho menos valor que compartir las reflexiones en un tono personal con el que el ciudadano se sienta identificado o en desacuerdo, pero nunca indiferente.

Las herramientas de rastreo de la huella digital como las que ha utilizado Deimos Statistics para la elaboración del estudio que hoy publica este periódico se han convertido ya en imprescindibles en los equipos de campaña de los candidatos políticos en cualquier rincón del primer mundo tecnológico. La inabarcable cantidad de información que circula en el entorno digital, disponible libremente para usuarios particulares y corporaciones de cualquier ámbito es un campo de trabajo del que puede extraerse un valor incalculable cuando es debidamente tratada y analizada, aplicando criterios lógicos. Imparciales y profesionales.

En la sociedad digital, ha dejado de ser necesario llamar al ciudadano para preguntarle por su intención de voto.

La sociedad digital tiene una voz clara y contundente, y la diferencia en relación con lo que ocurría hace apenas veinte años es que ahora no se hace necesario llamar a su teléfono para escucharla, sino que su eco resuena en cada rincón del universo paralelo de internet. Los representantes de la clase política y sus equipos han entendido que no tiene sentido que no tengan en cuenta la repercusión en las redes de comunicación social, cuando cada vez podemos derivar al smartphone más tareas de nuestra vida cotidiana, como hacer la compra del supermercado o leer el periódico. Las visitas de los candidatos a los mercados, el encuentro con los ciudadanos puerta a puerta, coger en brazos a los niños, regalar flores o compartir una cerveza con los parroquianos de un bar son gestos que siguen teniendo una fuerza irreprochable, pero multiplicada por el impacto en las redes sociales o atenuada precisamente por el hecho de que la posición expresada genere un debate negativo para el perfil que lo haya lanzado.

La revolución digital ha llegado por tanto a la campaña electoral y también a la forma en la que en los medios de comunicación social tratamos su información derivada. No será posible entender ni analizar lo que ocurra a lo largo de las próximas cuatro semanas —dentro de cuatro domingos tienen ustedes una cita con las urnas para elegir a 350 diputados al Congreso— sin tomar en consideración lo que ocurra en el ámbito digital, que además de los periodistas, analizan a diario los equipos de campaña para diseñar estrategias específicas en función de la respuesta a voz en grito de sus usuarios.

En nuestra condición de ciudadanos con derecho a voto, tenemos una inédita capacidad para trasladar a quienes aspiran a gobernar el país nuestras preocupaciones reales, en tiempo real, de acuerdo con nuestra realidad particular y colectiva. Habrá que aprovecharla.

Óscar Gómez, Director de El Correo de Andalucía

Contacto: info@deimosestadistica.com Deimos Estadística SL B90375460 © 2013 - Todos los Derechos Reservados